Ya estamos en pleno otoño, y el 21 de diciembre llegará el invierno, dos estaciones en la que las condiciones meteorológicas se dejan notar más que nunca en la carretera. Porque aunque haga frío y el escenario a veces no sea el mejor no hay que renunciar a disfrutar de nuestra moto. No obstante, nunca estará de más tener en cuenta una serie de precauciones. Debemos tener en cuenta que un día que brilla el sol puede no corresponder con el verdadero estado del terreno por el cual nos vamos a mover. A medida que avanzan los días, en la estación, esta diferencia entre nuestra percepción y el estado real puede ser aún mayor.
Una situación típica en carretera es que las condiciones del terreno pueden ser completamente diferentes en una misma curva. Si en la entrada de la curva toca el sol puede estar a una temperatura muy diferente al final de la curva donde no toque. Incluso, en función por donde nos desplacemos podemos encontrar zonas húmedas o completamente heladas; así que precaución en las zonas umbrías.
A veces no nos acordamos de que la temperatura de nuestros neumáticos se genera en una parte importante mediante la fricción de los mismos sobre el terreno y las deformaciones a las que los sometemos. La temperatura es indispensable para que el compuesto trabaje correctamente y pueda generar el agarre suficiente para poder tener una conducción segura.
Otra cuestión es que el aire durante estas estaciones es más frío. Los neumáticos de nuestra moto sobre todo el delantero están completamente expuestos a la acción de este. El hecho que sea frío dificulta que la temperatura de nuestros neumáticos se mantenga estable en un rango óptimo.
Por otro lado, a nivel de conducción hemos de ser más cautos. A diferencia de un circuito donde podemos inspeccionar previamente el estado del terreno, en el uso en fuera de circuito nos vamos a encontrar con muchos imprevistos. Para tener más posibilidades de poder superar estos imprevistos sin consecuencias de caídas es importante que todos los componentes estén en perfecto estado y que hayas tenido un margen de seguridad en la conducción.
Ten en cuenta que una vez que hayas reducido la velocidad y te dispongas a retomarla, sin detenerte, posiblemente la temperatura de tus neumáticos sea inferior con lo cual has de tener cuidado hasta que los neumáticos vuelvan a trabajar perfectamente. Si los neumáticos están bastante usados tardarán más en coger temperatura, si las suspensiones no están bien mantenidas también necesitarás más tiempo para generar temperatura.
En MotoGP tenemos en cuenta todos estos factores, la obligación de los técnicos es mantener en perfecto estado todas las monturas y avisar al piloto de cualquier contratiempo que se pueda encontrar relativo al estado de la moto y de la pista. Por ejemplo es muy importante que los pilotos cuando salgan a pista sepan si los neumáticos son nuevos o usados, si son usados cuanto, de este modo podrán prestar atención en el pilotaje para evitar problemas. Por otro lado cuando la temperatura del asfalto está en torno a los 15º o inferior la consideramos una temperatura baja es muy importante que cada vez que el piloto sale a pista sea consciente de ello, incluso en función del circuito tener atención a los lugares de sombra en el caso que lo haya. En esas situaciones es importantísimo que el piloto salga especialmente atento a estos factores. La carretera no es un circuito pero lo que aprendemos en la pista siempre es extrapolable a la calle, sobre todo en temas de seguridad.